Los fabricantes de automóviles están invirtiendo en aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (VTOL), y la japonesa Suzuki es la última en entrar en liza con una asociación recientemente anunciada con SkyDrive Inc.
El fabricante de automóviles ha anunciado que han acordado colaborar en la investigación, el desarrollo y la comercialización de aeronaves VTOL (Vertical Take-off and Landing) eléctricas (eVTOL) en un futuro próximo.
Suzuki y Skydrive se asocian para construir coches voladores
Las empresas anunciaron sus planes de iniciar operaciones en la India, país en el que Suzuki tiene una participación significativa en la industria del automóvil. Suzuki anunció su compromiso de invertir más de 1.000 millones de dólares en sus instalaciones indias, con el objetivo de fabricar vehículos eléctricos (VE) y baterías.
La empresa está desarrollando actualmente un eVTOL compacto con capacidad para dos pasajeros. Su objetivo es aumentar la producción para satisfacer la demanda y lanzar su servicio de vehículos voladores en Osaka durante la Exposición Universal de 2025.
Aunque es probable que la producción comience el año que viene, SkyDrive no prevé recibir la certificación de aeronavegabilidad hasta 2025. Si todo va según lo previsto, la certificación de tipo se otorgará en 2026 y comenzará la fabricación en serie. La empresa también afirma que espera obtener la certificación de la Administración Federal de Aviación, lo que permitiría al modelo operar en Estados Unidos.
Una tecnología largamente esperada
SkyDrive lleva probando conceptos y prototipos de coches voladores desde 2014. Colaboraron por primera vez con Suzuki el año pasado, con la intención de crear un futuro en el que todo el mundo, en Japón y en el resto del mundo, tenga acceso a los eVTOL como medio de transporte diario.
Los vehículos voladores son uno de los tipos de transporte de más rápido crecimiento, con empresas como Toyota y Japan Airlines incorporándose al mercado a través de start-ups con capacidad de desarrollo.
Cómo los coches voladores cambiarán el sector del transporte
En comparación con el transporte por carretera, la Movilidad Aérea Urbana (Urban Aerial Mobility) o los automóviles voladores permitirán a las personas desplazarse directamente del punto A al punto B. Como resultado, las comunidades podrán ofrecer a los viajeros diarios un medio de transporte más eficiente que reduzca el tráfico por carretera.
Uber Elevate quiere ofrecer un taxi aéreo en un futuro próximo, con precios iguales a los del servicio de automóviles de lujo de Uber Black. En lugar de pasar horas en el tráfico en un automóvil de lujo, los pasajeros de Uber podrán llegar a sus destinos en 15-20 minutos en lugar de pasar horas en el tráfico en un automóvil de lujo por el mismo precio.
Aunque este modelo siga excluyendo a la mayoría de la gente, se espera que minimice el tráfico y ofrezca opciones de tránsito más rápidas a los viajeros de negocios. Los UAM individuales costarán más de 1,2 millones de dólares en las primeras fases, 600.000 a corto plazo y 200.000 a largo plazo.
Los coches voladores, que se construirán para ser “más seguros que los helicópteros”, también podrán utilizarse como ambulancias voladoras o para transportar a los equipos de primera intervención. Gracias a la reducción del tiempo de viaje, los socorristas podrán salvar más vidas.
Además, los coches voladores sólo necesitan pequeñas plataformas de lanzamiento para despegar y aterrizar, en lugar de grandes pistas. Estas plataformas de lanzamiento, comparables a los helipuertos y a los grandes “skyports”, son menos costosas de construir que las carreteras, los trenes o los aeropuertos.
Teniendo en cuenta los gastos de construcción de aeropuertos, una pista de aterrizaje de tres kilómetros cuesta unos 30 millones de dólares, más 500 dólares por cada metro cuadrado de la terminal de pasajeros. Sin embargo, el coste de construcción de helipuertos empieza en 15.000 dólares, menos del 0,05% del coste de construcción de un aeropuerto.
Los costes de construcción de infraestructuras de los gobiernos se reducirán considerablemente, lo que les permitirá crear una estructura de nodos de transporte con potencial para beneficiar al público.
La clave del éxito será la escalabilidad. Si se consigue llegar al punto en que sea más rápido caminar hasta un vertipuerto y volar que conducir, la decisión será sencilla. Sin embargo, esto requerirá varias alternativas de vuelo a diversos puntos de la ciudad.
Esta estructura nodal puede proporcionar una red de tránsito no lineal y lugares de interés desde los que atravesar la ciudad, lo cual es bastante revolucionario porque la infraestructura producida ya no tiene que ser direccional sino nodal. Al fin y al cabo, permite conectarse a nodos de alto rendimiento y construir algo complementario al sistema actual.
Cuando las ciudades se desarrollan y la gente se desplaza, las rutas pueden adaptarse de un modo que las infraestructuras de trenes, ferrocarriles y autopistas no pueden.
El impacto externo de los coches voladores
Según un estudio, los vehículos eléctricos voladores con un piloto y tres pasajeros tendrán un 52% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que los automóviles tradicionales y un 6% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que los coches eléctricos a lo largo de 100 kilómetros.
Según el estudio, los coches voladores no serían necesariamente más sostenibles que los vehículos eléctricos en un trayecto corto, pero sí serían una excelente solución sostenible para excursiones más largas.
Este tipo de vehículos serían muy prácticos en ciudades abarrotadas. También serían útiles en lugares geográficos aislados o con otras restricciones de movilidad, como cruzar el agua en un trayecto de Londres a París. Además, serían mucho más rápidos que conducir por tierra.
Los vehículos voladores plantean un riesgo político porque permitirán a las élites ricas excluirse aún más de las instituciones comunes y las experiencias ordinarias, intensificando el aislamiento social.
La tecnología también plantea un riesgo medioambiental considerable, ya que permitirá el desarrollo de territorios hasta ahora no urbanizados. Estas tierras proporcionan servicios medioambientales críticos como la calidad del aire y del agua y la retención de carbono.
¿Merece la pena esperar?
Aunque los UAM facilitarán el desplazamiento del punto A al punto B, las empresas y los gobiernos deben planificar vías aéreas adecuadas para evitar colisiones en el espacio aéreo inferior. También será necesario contar con seguros, estaciones de servicio, comerciantes y vendedores de piezas.
Como resultado, los automóviles voladores tienen el potencial de proporcionar importantes ventajas medioambientales y de transporte.