Ethereum vs Bitcoin: el eterno debate. Lo cierto es que Ethereum y Bitcoin son dos de los nombres más prominentes del mundillo de las criptomonedas. También son de las primeras que fueron lanzadas. Por ése y otros motivos, están destinadas a ser comparadas a menudo. ¿Siguen siendo una buena inversión tras todo este tiempo? ¿Qué les depara el futuro? ¿Cuál es mejor?
En este artículo vamos a abordar la cuestión de Ethereum vs Bitcoin, en especial desde el punto de vista de invertir en ellas. Veamos cómo sería un choque entre ETH y BTC a día de hoy, pero también de dónde vienen y cómo puede ser de distinto su futuro.
Ethereum vs Bitcoin: las diferencias clave
- Ethereum y Bitcoin son distintas en su tipología y en su diseño, aunque no siempre ha sido así.
- La adopción del mercado a nivel usuarios favorece a Bitcoin, pero a nivel de desarrolladores y empresas, tiende hacia Ethereum.
- Bitcoin es finito (21 millones de tokens) y Ethereum no.
- Sólo Ethereum permite el mecanismo de staking como parte de su contrato Proof of Stake de consenso. Bitcoin, en cambio, es Proof of Work, por lo que su forma de generar tokens nuevos es el conocido minado de BTC.
- Ambas criptomonedas se basan en un libro mayor descentralizado y comparten características de anonimato, transparencia e inmutabilidad.
- El precio actual de BTC y ETH está a varias órdenes de magnitud de distancia, así como su capitalización de mercado.
¿Qué es Ethereum?
Ethereum es una de las criptomonedas más prometedoras conocidas de la llamada “segunda generación” de critpos. Y es que, con su lanzamiento en 2015, marca una posición clara como criptomoneda alternativa a Bitcoin o altcoin.
Y es que su red, una blockchain propia, está pensada como base para ejecutar aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes. Eso da funciones casi infinitas a Ethereum frente a Bitcoin. Por eso, miles de desarrolladores han creado usos y apps en Ethereum para automatizar transacciones, mejorar la seguridad, inventar nuevos usos e innovar, y un largo etcétera.
Ethereum tiene la experiencia de haber sido lanzada como Proof of Work, como Bitcoin, donde se podía minar, y se notó muy pronto que no era eficiente ni barata para el uso que quería tener. Eso llevó a la actualización de Ethereum 2.0, que consiguió pasar a Proof of Stake, el llamado “Merge” (fusión) por la cual Ethereum cambió de mecanismo de consenso.
Al ser PoS, ahora Ethereum es un 99,9% más eficiente a nivel energético, lo que se traduce en mejor sostenibilidad. También sienta las bases para escalar más transacciones por segundo y otras mejoras. Por ello, ahora mismo hay más de 4.000 apps descentralizadas que corren en Ethereum.
Ether o ETH es la criptomoneda nativa del proyecto y de la red, y se usa como moneda de cambio para las transacciones y las tarifas de gas. Es su uso principal, pero ETH también se usa como método de pago (especialmente en preventas de criptomonedas), como intercambio, y como inversión.
Otros usos que ha tenido la blockchain de Ethereum es el de popularizar los tokens de tipo ERC-20, creados en su propia red, o los de tipo ERC-721 estándar, que muchos conocerán por su nombre popular: Tokens No Fungibles o NFT.
¿Qué es Bitcoin?
Hablar de criptomonedas es, casi siempre, hablar de Bitcoin. Y es que Bitcoin es la primera criptomoneda, la más antigua de todas. Bitcoin fue la pionera en poner en marcha un sistema descentralizado, una blockchain que elimina la necesidad de tener autoridades como bancos centrales o gobiernos interviniendo en las transferencias de dinero.
Como tal, Bitcoin apareció en 2009. En su fase inicial, permitía enviar dinero de una dirección de la blockchain a otra sin intermediarios, sin supervisión y sin vuelta atrás. En token nativo, el BTC, con el símbolo que se crea en el minado, se puede dividir en fracciones, y ahí es donde entra en juego la denominación de Satoshi (que equivale a una unidad de un Bitcoin dividido en cien millones de partes). Esta divisibilidad es otra de las claves de Bitcoin, al facilitar transacciones de distintos importes.
El nombre proviene de Satoshi Nakamoto, que es el alias de la persona que inventó Bitcoin y que a día de hoy permanece en el anonimato. De hecho, así inspiró también Bitcoin, cuyos titulares son también anónimos, y todas las transacciones se realizan con claves públicas que no se pueden vincular a una persona (cualquier criptomoneda funciona igual).
La otra gran característica de Bitcoin es que es de tipo Proof of Work, o Prueba de Trabajo, que establece la forma en que se alcanza el consenso en la validación de nuevos bloques. Es lo que da lugar al minado, que en realidad son ordenadores realizando cálculos complejos y resolviendo problemas matemáticos para la red hasta liberar nuevos bloques.
Bitcoin es la criptomoneda más popular del mercado, con una capitalización de mercado de 1,2 trillones de euros y un volumen diario de 27.000 millones de euros o más en movimientos e intercambios. Toma así la forma de una economía propia.
Los usos principales del Bitcoin son como método de pago, en juegos, en transacciones, como inversión, para apps, para apuestas y casinos, y para donaciones. Bitcoin también sirve para transaccionar con NFTs, pero el protocolo no da el mismo apoyo a esos tokens que otras criptos como Ethereum.
Diferencias principales entre Ethereum y Bitcoin
Ambas criptomonedas, Ethereum vs Bitcoin, se basan en el concepto del libro abierto mayor descentralizado, distribuido y cifrado. Dicho esto, son muy distintas a nivel técnico. Bitcoin funciona como el equivalente al oro, es decir, como valor refugio, mientras que los tokens de Ethereum apoyan distintos estándares y contratos.
Una primera diferencia es que Bitcoin emplea la capa Omni, una plataforma diseñada para las transacciones en la blockchain de Bitcoin (por ejemplo, con tokens de tipo BRC-20). Una de las aplicaciones que ha surgido en primer lugar es la integración con stablecoins, para facilitar el comercio.
En Ethereum, el estándar habitual es ERC-20, que define las reglas para la red e incluye funciones que se deben implementar, como el suministro total del token, los saldos de las cuentas y la bidireccionalidad de fondos.
- Otra diferencia es que aunque las transacciones de BTC son de índole financiera o monetaria, pueden incluir notas o mensajes adjuntos de forma codificada. En cambio, las transacciones de Ethereum pueden llegar a contener código ejecutable de contratos inteligentes, apps que se ejecutan por su cuenta, o incluso piezas de contratos.
- El tiempo que se tarda en añadir nuevos bloques a la red también es distinto. En Bitcoin, se confirman en aproximadamente 10 minutos. En cambio, en Ethereum, eso tiene lugar en unos 10-15 segundos por bloque.
- Por último, las direcciones de la blockchain y de las wallets son distintas en ambas redes. Estamos hablando de las claves públicas de las wallets, las direcciones que se pueden compartir con otros para enviar o recibir monedas. En Bitcoin, esas direcciones empiezan siempre por 1, 3 o bc1, mientras que en Ethereum siempre empiezan por 0x.
Tabla resumen: Ethereum vs Bitcoin
Bitcoin | Ethereum | |
Creador | Satoshi Nakamoto | Vitalik Buterin, Charles Hoskinson, Gavin Wood, Amir Chetrit, Jeffrey Wilcke y Mihai Alisie |
Fecha de lanzamiento | Enero de 2009 | Julio de 2015 |
Algoritmo de consenso | Proof of Work | Proof of Stake |
Tiempo por bloque | 10 minutos | 15 segundos |
Transacciones | 7 transacciones por segundo | 15-30 transacciones por segundo |
Suministro | 21 millones | Infinito |
Propósito | Valor, pagos, alternativa al dinero tradicional | Programas, apps, contratos, tokens, NFTs |
Escalabilidad | Lightning Network, sidechains | Protocolo de Capa 2, ZK rollups, sidechains |
Aplicaciones del mundo real | Remisiones de dinero, anti-inflación | DeFi, NFTs, cadenas de suministros, identidad |
Ethereum vs Bitcoin: ¿cuál es la opción más segura?
Bitcoin vs Ethereum no es un debate que pueda zanjarse sin más, ya que en tantos sentidos, son distintas y difíciles de comparar. En esta sección vamos a profundizar sobre algunas de sus diferencias.
Desarrollo y Ecosistema
Ethereum tiene una comunidad de desarrolladores muy activa. Eso es así gracias a su base para crear aplicaciones descentralizadas (DApps) y aplicaciones de finanzas descentralizadas o DeFi. Estamos ante una comunidad colaborativa, eficiente y que siempre busca innovar, mejorar la escalabilidad o la seguridad de Ethereum, y más. Todo se canaliza por la vía de las Propuestas de Mejora de Ethereum (EIP).
En Bitcoin, las capacidades son limitadas, aunque su comunidad también usa una versión de Propuestas de Mejora de Bitcoin (BIP). Uno de los desarrollos más conocidos es la red Lightning, y el sistema Segregated Witness, que aumenta la seguridad. Pro es un desarrollo más estático.
Panorama Regulatorio
El estado regulatorio de Ethereum varía según la jurisdicción y el token se ha enfrentado a varios desafíos. Por ejemplo, la SEC de los EE.UU. ha tomado medidas contra algunos proyectos de Ethereum, citando temas de seguridad, en particular las ICOs. Ethereum está clasificado como mercancía o moneda y valor, lo que afecta a sus implicaciones fiscales. Lo mismo con su aplicabilidad.
Bitcoin tiene algunos aspectos más claros. Por ejemplo, hay países como El Salvador que han regulado Bitcoin como moneda de curso legal, pero en China está prohibido. El panorama del futuro es incierto, ya que BTC preocupa a nivel de lavado de dinero y fraude. Un avance importante en esa dirección es el lanzamiento de ETFs de Bitcoin, fondos cotizados en bolsa que operan ya en múltiples denominaciones.
Seguridad y Privacidad
Ethereum se ha enfrentado a algunos retos a nivel de seguridad, desde algunas vulnerabilidades en los contratos inteligentes que han llevado a pirateos significativos, como el hack DAO de 2016 (resultó en la pérdida de una gran cantidad de Ether). Sin embargo, la mayor parte de los ataques tienen lugar vía proyectos construidos en la cadena de bloques y no en la cadena de bloques en sí, por lo que Ethereum en sí es bastante sólido.
Por otro lado, Bitcoin es famoso por su seguridad e inmutabilidad. Eso ha reforzado la confianza en Bitcoin por parte del mercado. A pesar de algunos incidentes aislados, Bitcoin se ha mantenido muy segura. Los problemas que han venido, lo han hecho por parte de terceros, desde exchanges a wallets. La red de BTC, con mineros y validadores, es más segura que Ethereum.
Inversión y Volatilidad
Ethereum es una opción de inversión generalmente buena si piensas en su futuro como base de proyectos y lanzadera de proyectos y altcoins. ETH ha tenido un crecimiento impresionante y se ha acercado a los 4.500 € como máximo histórico. También se ha mostrado muy volátil, con fluctuaciones importantes debido a sentimientos del mercado, avances de la tecnología y lo que ocurre en torno a sus apps y DeFi. ETH es la segunda criptomoneda por capitalización de mercado de manera constante, aunque tiene competidoras: Solana, Cardano, Binance Smart Chain o Avalanche.
Por su parte, Bitcoin es un “almacén de valor” a largo plazo. Es por eso que se considera un valor sólido. Su precio también ha fluctuado, no es ajeno a la volatilidad, pero el interés institucional y de mercado que despierta es, a día de hoy, sin igual.
Colaboraciones
Ethereum ha tenido varias colaboraciones en marcha, como JPMorgan, o la famosa Enterprise Ethereum Alliance, que propone el uso de Ethereum como estándar abierto en toda clase de industrias y entornos empresariales.
En el caso de Bitcoin, hay mucho interés por parte de instituciones y también de empresas que cotizan en bolsa. Algunos casos conocidos son Tesla, Square, PayPal, Microsoft o Starbucks, que han integrado BTC como método de pago digital u otros apoyos.
Dónde comprar Ethereum y Bitcoin
Ethereum y Bitcoin son, como hemos dicho ya, dos de las criptomonedas más famosas, conocidas y extendidas en todo el mundo. Eso implica que prácticamente todos los exchanges, brókers y plataformas de criptomonedas ofrecen la compra o venta de BTC y ETH.
A continuación te damos a conocer una de las mejores plataformas para comprar ambas criptomonedas.
Kraken – Uno de los mejores intercambios de criptomonedas
Kraken es un bróker que apuesta por Bitcoin y Ethereum casi desde sus inicios respectivamente. Esta plataforma, que opera desde el año 2013, es popular por aceptar más de 200 criptomonedas perfectas para ampliar la cartera, así como funciones de trading para operar con mercados de distinto riesgo y volatilidad.
En Kraken, hay una plataforma con una interfaz fácil de usar, muy depurada y simplificada para servir el propósito de ser “el siguiente nivel de la inversión en criptomonedas” y al mismo tiempo tener herramientas avanzadas de análisis y trabajo de previsión de precios y señales.
La compra o venta de criptomonedas se puede llevar a cabo con unos pocos clics, a partir de fracciones con importes reducidos y variables (según método de pago, importe, condiciones del mercado, liquidez y otros factores).
Dicho esto, Kraken dispone de varios métodos de pago en España, como las tarjetas de crédito o débito y Apple Pay o Google Pay.
Por otro lado, Kraken tiene integraciones como una wallet de criptomonedas en la propia app para iOS y Android, que permite almacenar tokens con custodia, y sus funciones de staking y generación de intereses pasivos por tus tokens. También tiene un marketplace de NFT.
Kraken tiene la confianza de más de 10 millones de usuarios en más de 190 de países y cuenta con la supervisión y regulación de entidades como el Banco de España (VASP), FinCEN (Estados Unidos), FCA (Reino Unido), así como Italia, Irlanda y Bélgica.
El futuro de ETH y BTC: escalabilidad y adopción
La escalabilidad, es decir, la capacidad de crecer para atender más usuarios y más transacciones, es un reto compartido entre ambas criptomonedas. Ahora mismo, Bitcoin procesa unas 7 transacciones por segundo, y Ethereum entre 15 y 30 dependiendo del momento del día. La plataforma de las tarjetas VISA procesa 1700 transacciones por segundo a nivel mundial, en comparación, pero hay más: la cadena de Solana y la de Avalanche ambas procesan más de 4500 transacciones por segundo.
Eso significa que el futuro pasa por mejorar e integrar soluciones que mejoren esta función así como mantengan a raya los costes de transacción, que de forma habitual deberían aumentar cuando hay más demanda de la que la blockchain puede manejar.
El enfoque en el que van a resolver este tema es distinto según la blockchain. Bitcoin apuesta por SegWit, una actualización que segrega datos, así como la red Lightning, que procesa transacciones fuera de la blockchain (en canales que los propios usuarios crean en la capa de transacciones).
Ethereum apuesta por soluciones de red de Capa 2, o Sharding, que reduce la congestión en la red y crea nuevas blockchains llamadas “shards” que sirven para aumentar las TPS hasta cifras de miles por segundo. Eso llevaría a ejecutar Ethereum en un máximo de 64 redes frente al modelo actual. Sin embargo, las soluciones de Ethereum dependen de los servidores, y la forma en que se agrupan o transmiten dependen de las implementaciones. La otra solución es la de las sidechains, redes independientes en paralelo y que pueden pagar menos tarifas incluso.
En definitiva, tanto Bitcoin como Ethereum aprovechan varias soluciones de escalabilidad para ayudar a reducir la congestión de la red e incrementar la cantidad de transacciones que pueden manejar por segundo. Eso tendría un impacto significativo en el valor percibido y en su demanda, lo que tarde o temprano evolucionará hacia un precio y una capitalización de mercado superior. Un punto de consenso entre analistas ahora mismo es que por mucho que comparemos Ethereum vs Bitcoin, ambas criptomonedas están por debajo de su valor “real” (aunque difícilmente harán un x1000 con su valor, cosa que sí vemos que pasa con criptomonedas más nuevas o emergentes).
Conclusión
Ethereum vs Bitcoin es una comparativa que requiere profundizar e ir mucho más allá del precio de las criptomonedas o su cotización en mercados. Y, una vez todos los aspectos técnicos han sido despachados, no descartamos tampoco un factor de sensación subjetiva respecto a invertir en una, en otra, o en ambas.
Sea como sea, recomendamos conocer a fondo cada uno de los dos tokens y entender cuál es su propósito. Eso implica decidir también cuál es el propósito por el que vas a invertir en ellos: a corto plazo, a largo plazo, como apuesta por su valor intrínseco, como ahorro contra la inflación, por especulación, y un largo etcétera.
Los criptoactivos son muy volátiles y no están regulados en la mayoría de los países de la UE, Australia y Reino Unido. No hay protección al consumidor. Pueden aplicarse impuestos sobre los beneficios. Su capital está en riesgo.