¿Qué es la computación en nube?
La computación en nube es un modelo de prestación de infraestructuras y servicios de tecnologías de la información (TI) bajo demanda a través de Internet.
Los servicios en nube son escalables, lo que significa que los recursos informáticos, de red y de almacenamiento pueden ajustarse manual o automáticamente en tiempo real para satisfacer las demandas cambiantes de las aplicaciones y los usuarios.
Los clientes pueden acceder y utilizar los servicios en nube mediante modelos de precios freemium, de suscripción o basados en el consumo.
Esencialmente, un entorno de computación en nube tiene cinco características importantes que lo diferencian de un entorno informático tradicional interno y local:
- El cliente puede aprovisionar recursos informáticos por sí mismo a demanda.
- Los recursos se aprovisionan y se accede a ellos a través de Internet.
- Los recursos se agrupan para satisfacer las necesidades de varios clientes.
- Los recursos pueden escalarse rápidamente de forma horizontal o reducirse en función de las necesidades.
- El cliente controla el uso de los recursos, que pueden supervisarse en tiempo real.
El modelo de prestación en la nube es especialmente beneficioso para las empresas de nueva creación y las pequeñas y medianas empresas (PYMES ) que no disponen de recursos financieros para mantener una infraestructura y unos servicios informáticos complejos.
También resulta atractivo para las grandes empresas que desean externalizar servicios específicos de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para poder centrarse más en las actividades empresariales básicas.
Definición de computación en nube
Es importante recordar que, aunque las definiciones de computación en nube están relacionadas con internet, los términos «nube» e «internet» no deben utilizarse como sinónimos.
- Internet es una red mundial de comunicación e intercambio de datos.
- La nube es una metáfora de la prestación de servicios informáticos a través de Internet.
Los diagramas de red utilizan un icono con forma de nube para representar internet. Con el tiempo, esta práctica habitual ha hecho que algunas personas piensen que «nube» e «internet» pueden utilizarse indistintamente.
Por ejemplo, alguien puede decir: «Mis fotos están almacenadas en internet», cuando lo que realmente quiere decir es que sus fotos están almacenadas en la nube. En este contexto, la nube es un centro de datos remoto que es propiedad y está gestionado por un proveedor de servicios externo.
Historia de la computación en nube
El concepto de computación en nube existe desde 1959, cuando John McCarthy, pionero de la informática a quien se atribuye la acuñación del término inteligencia artificial (IA), imaginó sistemas de tiempo compartido que permitían a los clientes comprar recursos informáticos como una utilidad.
En la celebración del centenario del MIT en 1961, McCarthy predijo que en el futuro, «Cada abonado sólo tendrá que pagar por la capacidad que realmente utilice … Determinados abonados podrían ofrecer servicio a otros abonados …y la utilidad informática podría convertirse en la base de una nueva e importante industria».
Por la misma época, IBM ayudó a desarrollar estrategias para segmentar lógicamente sus ordenadores centrales, de modo que pudieran servir a múltiples clientes. Cada cliente veía los recursos del mainframe como si fuera el único usuario, cuando en realidad estaba compartiendo recursos con otros usuarios.
A finales de la década de 1980, las organizaciones empezaron a comprender que, en lugar de comprar o alquilar costosos ordenadores de gran tamaño, podían comprar varios ordenadores personales (PC) relativamente baratos y conectarlos en red para que funcionaran como una sola máquina.
Sin embargo, no fue hasta finales de los 90 cuando la idea de utilizar Internet para conectar redes distribuidas de hardware básico se hizo económicamente viable. Este avance ayudó a convertir el concepto de computación en nube en un modelo de entrega realista.
Entre los hitos del uso de la computación en nube en las empresas se incluyen:
Año | Evento |
---|---|
1999 | Salesforce introdujo la idea de ofrecer software empresarial a través de Internet. |
2002 | Amazon Web Services (AWS) comenzó a ofrecer servicios básicos de almacenamiento y computación. |
2006 | AWS lanzó Elastic Compute Cloud (EC2) y Simple Storage Service (S3) con un modelo de pago por uso para recursos virtuales de computación y almacenamiento. |
2006 | Google Apps (ahora llamado Google Workspace) introdujo suites de productividad basadas en la nube. |
2008 | Google lanzó App Engine para proporcionar a los desarrolladores herramientas para crear aplicaciones web escalables sobre la infraestructura de Google. |
2010 | Microsoft lanzó Microsoft Azure. |
2010 | Rackspace Hosting y NASA lanzaron el proyecto OpenStack. |
2012 | Oracle anunció Oracle Cloud. |
2013 | VMware anunció vCloud Hybrid Services, que podía integrar centros de datos locales con la nube. El servicio ahora se llama VMware Cloud. |
2014-2016 | Los principales proveedores como AWS, Microsoft Azure y Google Cloud Platform (GCP) ampliaron sus servicios para soportar iniciativas de Internet de las Cosas (IoT) y cumplir con los requisitos de infraestructura para inteligencia artificial y aprendizaje automático (ML). |
2015 | La adopción de tecnología de contenedores para despliegues de aplicaciones en la nube se volvió más común. |
2017-2019 | Las estrategias de nube híbrida y multi-nube ganaron popularidad. La necesidad de la computación en el borde se hizo más evidente. |
2020-2022 | La pandemia de COVID-19 aceleró la adopción de la nube a medida que las organizaciones cambiaron al trabajo remoto. |
2023-2024 | Los proveedores de nube comenzaron a ofrecer hardware y software especiales para entrenar y desplegar modelos de IA a gran escala. La seguridad en la nube, la privacidad y la expansión de la computación sin servidor siguen siendo prioridades clave para los proveedores de nube y sus clientes. |
¿Cómo funciona la computación en nube?
La tecnología en nube permite a particulares y empresas acceder y utilizar recursos informáticos como servidores, almacenamiento y software a través de internet. Los recursos físicos se virtualizan y se entregan a los usuarios como un servicio que puede ampliarse o reducirse en función de la demanda.
Por ejemplo, si el sitio web de una empresa experimenta un aumento de tráfico, el proveedor de la nube puede asignar más recursos informáticos en tiempo real para gestionar el aumento y garantizar que el sitio web siga siendo accesible sin interrupciones. Del mismo modo, cuando la demanda disminuye, los recursos pueden reducirse para reducir costes.
Los usuarios suelen interactuar con los servicios de un proveedor de nube a través de una interfaz web o un panel de control de interfaz de programación de aplicaciones (API). Algunos proveedores de nube también permiten a los desarrolladores o usuarios avanzados utilizar interacciones de interfaz de línea de comandos (CLI).
Entre bastidores, el proveedor es responsable de mantener seguros los datos de sus clientes y de asegurarse de que la infraestructura subyacente de software y hardware sea sólida y esté actualizada.
Componentes de la computación en nube
Los servicios de computación en nube se apoyan en componentes físicos y virtuales que permiten al proveedor de servicios ofrecer recursos informáticos escalables, flexibles y eficientes a través de Internet.
Centros de datos: Son instalaciones físicas que albergan la infraestructura necesaria para prestar servicios en la nube.
Servidores: Son ordenadores que proporcionan la potencia de cálculo necesaria para procesar y ejecutar aplicaciones.
Almacenamiento: Incluye los dispositivos físicos donde se almacenan los datos, así como el software que se utiliza para gestionar cómo se organizan, acceden y protegen los datos almacenados.
Infraestructura de red: Incluye enrutadores, conmutadores y cableado que conecta los centros de datos a Internet y gestiona el flujo de datos entre servidores, aplicaciones de software y usuarios finales.
Software de gestión de la virtualización: Es el software que permite particionar y compartir lógicamente los recursos físicos de hardware.
Software de gestión de la Nube: Es el software que se utiliza para gestionar el aprovisionamiento, despliegue y orquestación de recursos.
Contenedores: Son entornos virtuales ligeros que encapsulan una aplicación y sus dependencias para que el software se ejecute de forma coherente en distintos entornos informáticos.
Modelos de Servicios en la Nube: Son servicios que pueden abstraer la infraestructura física subyacente y proporcionar a los usuarios recursos informáticos, plataformas para el desarrollo de aplicaciones o aplicaciones de software a través de Internet.
Tipos de computación en nube
Los servicios de computación en nube suelen clasificarse por su modelo de despliegue o su modelo de servicio, cada uno de los cuales atiende a necesidades distintas y tiene casos de uso diferentes.
Los tipos de modelos de despliegue incluyen:
Los tipos de modelos de servicio incluyen:
Modelos de despliegue de la nube
Los modelos de despliegue de la computación en nube definen cómo se prestan los servicios en nube a los clientes del proveedor y cómo acceden a ellos. Los modelos de despliegue incluyen:
- Nube Pública – permite el acceso a los recursos a los suscriptores autorizados.
- Nube Privada – restringe el acceso a los recursos a un grupo u organización específicos.
- Nube Comunitaria – permite compartir recursos entre dos o más organizaciones.
- Nube Híbrida – integra dos o más entornos de nube.
- Nube Múltiple – utiliza varios servicios en la nube de distintos proveedores para optimizar el rendimiento, la flexibilidad, el control de costes o la resistencia.
Casos de uso de la computación en nube
El modelo de prestación de servicios en la nube es especialmente beneficioso para las empresas de nueva creación y las pequeñas y medianas empresas (PYMES ) que no disponen de recursos financieros para mantener una infraestructura y unos servicios informáticos complejos.
También resulta atractivo para las grandes empresas que desean externalizar servicios específicos de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para poder centrarse más en las actividades empresariales básicas.
La computación en nube ha desempeñado un papel importante en la transformación digital. En los últimos diez años, este modelo de prestación ha reducido significativamente los costes y la complejidad de las TI y ha cambiado la forma en que las personas y las organizaciones acceden a la tecnología y la utilizan.
Uno de los primeros casos de uso de la computación en nube fue el alojamiento web y las plataformas de comercio electrónico. Los servicios en la nube proporcionan recursos escalables y a la carta que pueden gestionar distintos niveles de tráfico de sitios web y garantizar una alta disponibilidad (HA) y un sólido rendimiento de la red sin necesidad de grandes infraestructuras físicas.
Otro caso de uso significativo ha sido la copia de seguridad de datos y la recuperación ante desastres. El almacenamiento en la nube está fuera de las instalaciones, y esto puede ayudar a garantizar la continuidad de la empresa.
La separación geográfica es importante porque protege los datos de catástrofes locales (como incendios, inundaciones o fallos de hardware) que podrían destruir las copias de seguridad de los datos locales.
Como se puede acceder a los datos almacenados en la nube desde cualquier lugar y en cualquier momento (siempre que haya conectividad a internet), las empresas pueden recuperar rápidamente sus datos y reanudar las operaciones incluso si su sede principal se ve comprometida.
Los recursos de la nube también se utilizan para proporcionar la potencia de cálculo y la capacidad de almacenamiento necesarias para analizar big data y tomar decisiones basadas en datos. Por eso, los servicios en la nube se utilizan para entrenar modelos de aprendizaje automático (ML) y desplegar grandes modelos lingüísticos (LLM) y aplicaciones multimodales de IA.
Los entornos de desarrollo y pruebas alojados en la oferta en la nube permiten a los desarrolladores montar o desmontar rápidamente los entornos según sea necesario, lo que puede facilitar el desarrollo iterativo y ayudar a impulsar la innovación.
Además, la nube apoya el despliegue y la gestión de las aplicaciones de la Internet de las Cosas (IoT), proporcionando una plataforma que puede utilizarse para recopilar, analizar y almacenar datos de cientos o incluso millones de dispositivos conectados.
Además, la nube se ha vuelto indispensable para apoyar el trabajo a distancia y la colaboración en línea, ofreciendo suites de productividad basadas en la nube como Microsoft 365 y herramientas de gestión de proyectos que permiten a los equipos trabajar juntos sin problemas desde cualquier lugar.
Computación en la nube vs. Edge Computing
En el modelo de prestación de computación de borde, los servicios en la nube se despliegan cerca de los usuarios finales y los dispositivos IoT, a través de una infraestructura distribuida. La computación de borde puede aliviar la carga de procesamiento de datos de los servicios centrales en la nube y permitir un uso más eficiente de los recursos.
Ubicar los servicios en la nube lo más cerca posible de las fuentes de datos puede reducir significativamente la latencia, conservar el ancho de banda y mejorar los tiempos de respuesta.
Las nubes de borde son especialmente beneficiosas para las aplicaciones del Internet Industrial de las Cosas (IIoT) y los dispositivos de borde, como los vehículos autónomos, que necesitan procesar datos rápidamente para tomar una decisión.
Ventajas e inconvenientes de la computación en nube
La computación en nube está cambiando significativamente la forma en que las empresas y los particulares utilizan la tecnología de la información.
En lugar de invertir en hardware y software físicos, gestionarlos y mantenerlos, las organizaciones pueden confiar en los proveedores de la nube para que les proporcionen recursos informáticos bajo demanda a través de internet.
Sin embargo, es importante recordar que la adopción de servicios en la nube también presenta retos únicos. Las organizaciones deben considerar cuidadosamente factores como la dependencia de un proveedor, las posibles ramificaciones de las violaciones de datos de terceros, la necesidad de conectividad a internet y los problemas de cumplimiento relativos a la soberanía de los datos.
Pros
- Escalabilidad
- Flexibilidad
- Rentabilidad
- Accesibilidad
- Fiabilidad
Cons
- Seguridad y privacidad
- Bloqueo del proveedor
- Potencial de aumento de costes
- Dependencia de la conectividad a Internet
- Conformidad
Lo esencial
La computación en nube puede ofrecer un importante ahorro de costes, escalabilidad y flexibilidad en comparación con la tecnología tradicional in situ, pero su uso requiere que las personas y las organizaciones sopesen las ventajas de los modelos específicos de «TI como servicio» frente a los riesgos potenciales.