¿Qué es el Doomscrolling?
Doomscrolling o doomsurfing es el término utilizado para describir a los usuarios de las redes sociales que recorren habitualmente sus canales de noticias en busca de contenidos y vídeos negativos.
Tal y como lo define el diccionario Merriam-Webster, el doomscrolling es “pasar demasiado tiempo en línea recorriendo noticias u otros contenidos que nos hacen sentir tristes, ansiosos, enfadados, etc.“.
El doomscrolling está especialmente extendido en las redes sociales porque proveedores como Facebook emplean algoritmos para ofrecer contenidos que generen la mayor participación, aunque provoquen ansiedad en el usuario final.
Un estudio realizado por la Universidad de Florida sugirió que el doomscrolling “estaba estrechamente relacionado con la vigilancia en línea, el uso problemático de Internet y las redes sociales, y el miedo a perderse algo” (“fear of missing out” o “FOMO“).
El mismo estudio también relacionó el doomscrolling con el uso pasivo de los medios sociales, el consumo habitual de medios, la ansiedad y el escaso control. También se observó que los hombres, los adultos jóvenes y las personas comprometidas políticamente eran más propensos a practicar el doomscrolling.
¿Quién creó el término?
La atribución exacta del término “doomscrolling” parece variar. Algunas fuentes indican que el término se originó en 2018, mientras que otras sostienen que se hizo popular gracias a la periodista Karen K. Ho, que lo popularizó en marzo de 2020 durante la cobertura de la pandemia de COVID-19.
En cualquier caso, el uso del término experimentó un notable aumento en 2020. Este aumento puede atribuirse al ciclo de noticias excepcionalmente negativo de los casos y confinamientos de COVID-19 y las controversias en torno a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, que contribuyeron colectivamente a un abrumador diluvio de cobertura de noticias negativas durante ese año.
Cómo el Doomscrolling puede afectar a la salud mental
Navegar regularmente por contenido de noticias negativas puede tener un impacto significativo en la salud mental de un usuario si no se controla. Algunos de los efectos mentales más significativos del doomscrolling son los siguientes:
- Ansiedad y depresión: Se ha descubierto que el uso rutinario de las redes sociales aumenta la ansiedad y la depresión en adultos jóvenes.
- Aumento del cortisol: Según la neuropsicóloga Dra. Judy Ho, el “doomscrolling” puede provocar una respuesta de “lucha” o “huida” que aumenta los niveles de cortisol en el cerebro, haciendo que los usuarios se sientan infelices y cansados. El cortisol elevado puede causar aumento de peso, incremento de la tensión arterial y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Malos hábitos de sueño: La experta en sueño Rachel Beard ha advertido de que tumbarse en la cama y navegar por aplicaciones de redes sociales como Tiktok, Instagram y Twitter puede hacer que se sacrifique y retrase el sueño, lo que provoca cansancio al día siguiente.
Cómo saber si se está practicando Doomscrolling
Dado que el término es relativamente nuevo, existe cierta ambigüedad sobre la diferencia entre el uso habitual de las redes sociales y el doomscrolling.
Una de las características principales del doomscrolling es que los usuarios no sólo navegan habitualmente por las redes sociales, sino que son adictos a la búsqueda de contenidos negativos, lo que repercute negativamente en su salud mental.
En este sentido, la navegación se convierte en doomscrolling cuando el usuario se fija activamente en el contenido negativo.
Un estudio elaborado en la revista Health Communication descubrió que el 16,5% de las 1.100 personas encuestadas mostraban signos de consumo de noticias “gravemente problemático”, lo que se traduce en mayores niveles de estrés, ansiedad y mala salud.
Los usuarios que consumen regularmente contenidos informativos también deben estar atentos, ya que el ciclo de noticias suele destacar los acontecimientos más negativos del día. Esto puede ser problemático porque los seres humanos tienen un sesgo de negatividad y una tendencia a dar más peso a la información negativa.