¿Qué significa formación de haces?
La formación de haces es un tipo de gestión de radiofrecuencias (RF) en la que un punto de acceso utiliza varias antenas para transmitir exactamente la misma señal. La formación de haces se considera un subconjunto de las antenas inteligentes o Sistemas Avanzados de Antenas (SAA).
Emitiendo varias señales y examinando la respuesta del cliente, la infraestructura LAN inalámbrica podría muy bien modificar las señales que transmite. De este modo, puede identificar la trayectoria ideal que debe seguir la señal para llegar a un dispositivo cliente. La formación de haces mejora eficazmente el rendimiento SNR del enlace ascendente y descendente, así como la capacidad global de la red.
La formación de haces también se conoce como filtrado espacial.
Definición de la formación de haces
La formación de haces implica un algoritmo avanzado que realiza un seguimiento de varios parámetros, como la ubicación del terminal, la velocidad, la distancia, el nivel de QoS requerido, el nivel de señal/ruido y el tipo de tráfico. Esto otorga a la formación de haces una mayor ventaja cuando se trata de mejorar la señal.
La formación de haces funciona conformando el haz en la dirección del receptor. Varias antenas emiten exactamente la misma señal; sin embargo, cada una tiene una distorsión específica en la fase. Un algoritmo aplica una firma a cada transmisión.
Las distintas formas transmitidas se fusionan en el aire por coherencia normal de las ondas electromagnéticas, formando así un «haz» virtual, que es una señal dirigida hacia el destino. Si el haz viaja a lugares no deseados (lugares distintos del receptor destinado), las fases chocarán y se destruirán.
En teoría, el aumento del número de antenas utilizadas en el conjunto produce un efecto de formación de haces mucho mayor; cada antena de emisión adicional podría duplicar la señal.
La formación de haces tiene varias ventajas:
- Mayor SNR: La transmisión altamente direccional aumenta el balance de enlace, mejorando el alcance tanto en espacios abiertos como en interiores.
- Prevención y rechazo de interferencias: La formación de haces prevalece sobre las interferencias cocanal (ICC) internas y externas, aprovechando las propiedades espaciales de las antenas.
- Mayor eficacia de la red: Al minimizar sustancialmente la CCI, la formación de haces permite despliegues mucho más densos en comparación con los sistemas de antena única. La posibilidad de utilizar modulaciones de alto orden (16QAM, 64QAM ) mejora mucho la capacidad global.