La huelga de actores y guionistas de Hollywood está tomando por asalto el mundo de los medios de comunicación, con acciones que duran ya más de cuatro meses.
Los estudios han sufrido hasta el punto de cerrar producciones o despedir a miles de trabajadores, con repercusiones en las empresas de todo el panorama, desde el catering hasta el vestuario, pasando por la logística. La quiebra de algunas empresas parece cada día más probable.
Ahora la huelga amenaza con afectar también al mundo de los videojuegos, ya que el sindicato SAG-AFTRA debate autorizar la suspensión de servicios contra varias empresas de videojuegos.
Breve contexto histórico de la huelga de Hollywood
La huelga comenzó el 2 de mayo de 2023, cuando las conversaciones entre el sindicato de guionistas, Writers Guild of America (WGA) y la Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP) no llegaron a un acuerdo.
Unos meses más tarde, el 14 de julio de 2023, se unió a la huelga el sindicato de actores SAG-AFTRA (Screen Actors Guild – American Federation of Television and Radio Artists).
Los principales puntos de controversia fueron el pago de los residuales de los medios de streaming, y el temor generalizado a ser sustituidos por la inteligencia artificial generativa y los deepfakes.
Actores y guionistas afirman que sus salarios se han visto sustancialmente reducidos, que las plataformas de streaming pagan menos de lo esperado y que los datos proporcionados por las empresas de streaming son en gran medida opacos.
Hay un problema generalizado de “miedo a la IA”, con actores y guionistas pidiendo fuertes regulaciones y protecciones contra el uso desenfrenado de la IA que podría poner en peligro sus oportunidades de trabajo.
Las conversaciones se han prolongado durante los últimos cuatro meses, pero no se ha llegado a ningún acuerdo.
Por un lado, el WGA y el SAG-AFTRA afirman que les pagan “salarios de miseria”, mientras que, por otro, los productores sostienen que han perdido millones debido a los malos resultados de las series.
Empresas como Disney han tenido que hacer frente a una larga racha de películas que bombardeaban la taquilla, o de series de televisión que fracasaban tan estrepitosamente con el público que tenían que ser retiradas de su plataforma.
Muchos contratos millonarios con guionistas han fracasado o han producido contenidos que no han funcionado (como la infame Velma de Mindy Kaling). En general, los contratos con guionistas que antes eran rentables parecen estar ya en la guillotina.
La huelga de los videojuegos
En el mundo de los videojuegos, las cosas no van mejor por ninguna de las partes, y las conversaciones entre la SAG-AFTRA y las grandes compañías triple AAA como Electronic Arts (EA) o Activision no han llegado a ningún compromiso. El sindicato pide un aumento retroactivo del 11% en las tarifas pagadas a los intérpretes de videojuegos, más un 4% extra en el segundo y tercer año de contrato para compensar la inflación.
También solicitan protección frente a la amenaza de la IA, pues temen que los actores puedan ser contratados una sola vez por sus rostros, voces y expresiones, y luego ser sustituidos por la IA durante el resto de sus vidas.
Los actores solicitan una compensación justa y de por vida por cualquier uso futuro de sus características, independientemente de si más tarde son recreadas por algoritmos de aprendizaje automático sin su consentimiento.
La industria de los videojuegos también se enfrenta a problemas similares a los que afectan actualmente a las empresas de medios de comunicación. Los costos de desarrollo de los videojuegos se han inflado masivamente, y los beneficios se están diluyendo con el tiempo.
En el caso de los videojuegos, los problemas parecen tener una naturaleza diferente a la de las huelgas de Hollywood, incluida la proliferación excesiva de tácticas codiciosas de monetización de contenidos y microtransacciones, o el estado casi injugable de algunos juegos en el momento de su lanzamiento.
La triple industria AAA se enfrenta a una mala racha, y se prevén muchos despidos en un futuro inmediato. Ni que decir que una huelga podría paralizar la industria es una perspectiva terrible para todos en este campo, ya que el ataque del sindicato puede representar un verdadero golpe de gracia a un enemigo ya maltrecho y magullado.
¿Cómo está reaccionando la opinión pública ante la huelga en curso?
Por lo general, la opinión popular tiende a inclinarse hacia la trinchera del “pequeño hombre”, favoreciendo a quienes luchan contra las grandes corporaciones para ganarse la vida.
Sin embargo, en los últimos años, parece que el público se ha mostrado menos indulgente, y el diálogo, a cambio, ha adoptado un enfoque más frío. Los productores, guionistas o equipos de rodaje se han escudado en los recientes fracasos en pantalla para acusar al público de normalizar el racismo, el bombardeo de críticas o de “no entender los matices y la complejidad”.
Al menos, en la industria del videojuego, los productores tenían la dignidad de disculparse por los errores.
Lo esencial
Independientemente de la controversia y la percepción pública, es absolutamente cierto que la batalla sindical en curso tiene sus méritos.
El riesgo que plantea el uso no regulado de la IA es grave y puede perturbar toda la industria y hacer que muchos creativos pierdan su trabajo para siempre.
Es difícil saber cómo afectaría una huelga a la industria del videojuego, pero a diferencia del sector de los medios de comunicación, esta industria no depende sólo de las grandes corporaciones.
El sector de los juegos independientes está en auge, y esta crisis puede ser otra oportunidad para que crezca.
Al final, lo que todos deberíamos esperar es, como consumidores, disfrutar de más obras de arte de calidad en cualquier medio, y vivir en un mundo en el que el trabajo honesto y la creatividad reciban el elogio (y el pago) que merecen.