Protocolo de comunicación

¿Qué significa protocolo de comunicación?

Los protocolos de comunicación son descripciones formales de los formatos y reglas de los mensajes digitales. Son necesarios para intercambiar mensajes en o entre sistemas informáticos.

Los protocolos de comunicación son importantes en los sistemas de telecomunicaciones y otros sistemas porque crean coherencia y universalidad para el envío y la recepción de mensajes.

Los protocolos de comunicación abarcan la autenticación, la detección y corrección de errores y la señalización. También pueden describir la sintaxis, la semántica y la sincronización de las comunicaciones analógicas y digitales.

Los protocolos de comunicaciones se implementan en hardware y software. Hay miles de protocolos de comunicaciones que se utilizan en todas partes en las comunicaciones analógicas y digitales. Las redes informáticas no pueden existir sin ellos.

Definición de protocolo de comunicación

Antes de que pueda tener lugar una transmisión satisfactoria, los dispositivos de comunicación en red tienen que ponerse de acuerdo sobre muchos aspectos físicos de los datos que se van a intercambiar. Las reglas que definen las transmisiones de datos se llaman «protocolos».

Hay muchas propiedades de una transmisión que un protocolo puede definir. Por ejemplo, las propiedades abordadas con protocolos pueden incluir:

• Tamaño del paquete.
• Velocidad de transmisión.
• Tipos de corrección de errores.
• Técnicas de comunicación y sincronización.
• Asignación de direcciones.
• Procesos de acuse de recibo.
• Control de flujo.
• Controles de secuencia de paquetes.
• Enrutamiento.
• Formateo de direcciones.

Los protocolos más conocidos son: Protocolo de Transferencia de Archivos (FTP), TCP/IP, Protocolo de Datagramas de Usuario (UDP), Protocolo de Transferencia de Hipertexto (HTTP), Protocolo de Oficina de Correos (POP3), Protocolo de Acceso a Mensajes de Internet (IMAP), Protocolo Simple de Transferencia de Correo (SMTP).

Más sobre los protocolos de comunicaciones

En un entorno digital en gran medida no regulado, los protocolos de comunicaciones crean normas.

Por ejemplo, en Internet, los tipos de protocolos de comunicaciones creados por grupos como el Consorcio World Wide Web o W3C y el grupo de trabajo de ingeniería de Internet o IETF ayudan a proporcionar operaciones universales y a limitar diversos tipos de responsabilidad y vulnerabilidades en estas tecnologías.

Un buen ejemplo son los protocolos de autenticación. Los protocolos de autenticación funcionan contra cosas como los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) y otros métodos habituales mediante los cuales los piratas informáticos errantes pueden entorpecer vastas redes o comprometer o confundir el tráfico de red.

Cuando HTTP se convierte en HTTPS o el uso generalizado de certificados SSL se convierte en la norma, esto es lo que pretenden quienes establecen esos tipos de protocolos de comunicación. Los protocolos trabajan para «endurecer» los sistemas contra diversos tipos de abuso de forma inherente, y eso es gran parte de su valor.

Otros protocolos de comunicaciones rigen el uso de paquetes de datos en trayectorias de red globales, lo que por su parte a veces se parece a la física de partículas. No es como un grifo abierto en el que simplemente tienes una corriente libre de información que fluye de un punto a otro.

Entre el emisor y el receptor, el mensaje consta de unidades granulares y discretas, donde cada paquete de datos individual tiene su propia cabecera, información central y trayectoria de encaminamiento. Todo esto tiene que sincronizarse y coreografiarse de forma detallada, y ahí es donde los protocolos de comunicación tienen un alcance tan poderoso y un papel tan importante.

Además, los protocolos de comunicación que se utilizan dependen de la propia tecnología subyacente. Así que a medida que avanza la tecnología, también lo hacen los protocolos. Por eso verás que los protocolos de Internet evolucionan hacia versiones sucesivas de sí mismos, y por eso es probable que veamos protocolos de comunicación muy diferentes en las redes que avancen el día de mañana.

El Internet de las Cosas promete impulsar la demanda de nuevos protocolos de comunicación en evolución, a medida que conjuntos cada vez más amplios de dispositivos se conecten a una red global.