¿Qué es un rug pull?
Un rug pull (Tirón de alfombra) es una estafa en la que un desarrollador fraudulento lanza y exagera un proyecto de criptomoneda para atraer inversiones y luego abandona repentinamente el proyecto y desaparece con los fondos, dejando a los titulares con un activo sin valor.
El término proviene de la expresión “tirar de la manta”, es decir, quitar el apoyo a alguien de forma inesperada para que caiga y así producir el efecto rugpull
Los esquemas de “tirar de la alfombra” no son exclusivos de las criptomonedas, pero se han vuelto comunes en las plataformas descentralizadas (DeFi) a medida que proliferan los nuevos lanzamientos. Las criptomonedas son fáciles de explotar debido a la falta de educación entre los inversores, y las transacciones de blockchain son rápidas e irreversibles una vez completadas.
Los robos son relativamente sencillos de llevar a cabo, ya que muchos proyectos de criptodivisas están dirigidos por desarrolladores anónimos. Cualquiera puede crear un nuevo token DeFi, incluirlo en una bolsa descentralizada (DEX) y crear un fondo de liquidez sin apenas verificar su identidad.
¿Cómo se producen las retiradas de fondos en los rugpull?
Hay diferentes tipos de “rug pulls”, que pueden ser duros o blandos.
- Un rug pull duro ocurre cuando un desarrollador incluye exploits maliciosos en el código de un proyecto con la intención de estafar a los inversores desde el principio, como robar liquidez o impedir que los inversores vendan tokens.
- Una rug pull suave consiste en que los fundadores promocionan falsamente un proyecto para inflar su valor y luego lo cierran y se quedan con los fondos. Puede tener lugar gradualmente durante un largo periodo de tiempo.
A diferencia de los “hard rug pulls”, los “soft rug pulls” son un área legal gris.
Limitación de las órdenes de venta
Los estafadores pueden lanzar lo que parece ser un proyecto legítimo de tokens criptográficos, pero incluyen restricciones sobre quién puede vender el token en el código del contrato inteligente con la intención de convertirlo en un hard rug pull tan pronto como hayan acumulado fondos. Los inversores pueden comprar el token con normalidad sin ningún indicio de problema.
Los fundadores pueden incluso afirmar que las restricciones a las ventas durante un periodo inicial forman parte de la tokenomía para respaldar su valor. Sin embargo, después de exagerar el proyecto, venderán rápidamente sus propios tokens, dejando a los inversores con un activo sin valor que no pueden vender.
La estafa de Squid Token fue un ejemplo de un duro tirón de alfombra con un mecanismo antidumping que dificultó a los titulares vender el token.
El bombo publicitario vinculado a la serie de streaming no afiliada Squid Game en Netflix hizo que el valor del token se disparara de 0,01 dólares a más de 2.000 dólares. Poco después del lanzamiento del proyecto, los desarrolladores anónimos cerraron el sitio web y dejaron de comunicarse en las redes sociales. Tras deshacerse de sus participaciones, el precio del token cayó a cero.
Posteriormente, un grupo de la comunidad se hizo cargo del proyecto.
Robo de liquidez
Las aplicaciones DeFi suelen requerir un fondo de liquidez de tokens de criptomoneda asegurados con contratos inteligentes para facilitar préstamos y operaciones. Los mecanismos de fijación de precios Automated Market Maker (AMM) determinan el precio de dos tokens en función de su proporción en un fondo de liquidez.
Los desarrolladores pueden ejecutar un hard rug pull creando exploits en el código del contrato inteligente que les permita retirar los tokens del pool. Esto elimina todo el valor colocado en el token, haciendo que el precio caiga a cero.
Dumping
Similar a un esquema de pump-and-dump, este tipo de tirón de alfombra suave puede parecer un reflejo de la volatilidad del mercado regular en lugar de una estafa deliberada.
Los promotores utilizan plataformas de redes sociales e incentivos para crear una comunidad en torno a un proyecto y atraer inversores. Después de promocionar la moneda o el token para inflar su valor, lanzan su gran oferta al mercado para obtener beneficios. Esto crea un exceso de oferta que hace que el valor caiga en picado, y los titulares restantes se quedan con un activo sin valor que es poco probable que vuelva a alcanzar el precio que pagaron por él.
El dumping se considera un tirón de alfombra suave, ya que los desarrolladores pueden comprar y vender legítimamente sus propias criptomonedas; la cuestión es cuánto y con qué rapidez venden y si tienen intenciones maliciosas.
En resumen
La falta de una regulación coherente de las criptomonedas a nivel internacional dificulta la lucha contra actividades fraudulentas como los robos de activos.
Los “rug pulls” duros suelen ser ilegales, ya que el desarrollador lanzó el proyecto con la intención de robar los fondos de los inversores. Sin embargo, la naturaleza descentralizada de las cadenas de bloques y los criptoproyectos puede dificultar la identificación de los autores.
Los robos suaves pueden no ser ilegales técnicamente, y como pueden tardar meses o incluso años en desarrollarse, puede parecer que los desarrolladores están realmente involucrados en el proyecto.
Para protegerse de los “tirones de alfombra”, es esencial que los inversores actúen con la debida diligencia en los proyectos. La investigación debe incluir el examen del equipo de desarrollo, los objetivos y características del token, su tokenómica y distribución, y la liquidez, evitando proyectos que parezcan demasiado buenos para ser verdad. También es bueno determinar su expansión y caso de uso en el futuro, sin necesariamente ser un rugpull, pueden desaparecer por fakta de interés de aportanción de valor a la comunidad.