Las empresas se orientan cada vez más hacia prácticas más sostenibles en una época de creciente preocupación por el cambio climático y la responsabilidad social.
Las puntuaciones ESG que cuantifican el rendimiento de una empresa en criterios medioambientales, sociales y de gobernanza se han convertido ya en un indicador exhaustivo para que los inversores y las partes interesadas evalúen la sostenibilidad y el impacto ético de la organización, que influyen cada vez más en los resultados financieros y la reputación de la marca.
Sin embargo, la conversación en torno a la sostenibilidad suele centrarse en los directores generales y los directores de sostenibilidad (o “directores verdes”), pasando por alto una figura fundamental: el director de tecnología (CTO).
Pero los resultados recientes de una encuesta de Intel, que sondeó las opiniones de 2.020 directores de tecnología, directores generales y directores de sistemas de información de 22 mercados mundiales (PDF), ofrecen un profundo cambio en esta narrativa.
El 84% de los directores generales y responsables de sostenibilidad coinciden en que el director de tecnología puede convertirse en el principal impulsor de la sostenibilidad en una organización.
A medida que la industria tecnológica experimenta una rápida transformación, surge un creciente debate. Estamos pensando en grande y preguntándonos si los sistemas de IA son más eficientes energéticamente y sostenibles que la mano de obra humana, y los consejos de administración están explorando cómo la computación en nube puede ayudar a su organización a ser más ecológica.
La tecnología y la innovación están justo en el ojo del huracán, y las organizaciones necesitan un nuevo héroe que dé un paso al frente y navegue por aguas digitales inexploradas hacia un futuro neutro en carbono.
Liderazgo tecnológico en la era de la sostenibilidad
La transformación es evidente: el papel del director de tecnología ha pasado de supervisar las infraestructuras tecnológicas a convertirse en el punto de apoyo potencial de la sostenibilidad corporativa. No se trata ni mucho menos de un cambio voluntario, sino que es necesario por los retos inherentes que oponen el avance tecnológico a la responsabilidad ecológica.
El 76% de los altos directivos de TI reconocen la gran dificultad de equilibrar una TI más ecológica con la necesidad de un rendimiento informático cada vez mayor.
Sin embargo, más que un obstáculo, esta insuficiencia es una llamada a la acción, un toque de clarín, por así decirlo, para que los directores de tecnología encabecen las iniciativas educativas y llenen el vacío de conocimientos.
A medida que vamos desgranando las capas de este complejo asunto, resulta evidente que la noción de que la estrategia tecnológica es distinta de la estrategia de sostenibilidad se está quedando obsoleta.
Un significativo 82% de los altos directivos de TI insisten en que estas estrategias deben converger para que una organización evolucione hacia una empresa sostenible. Además, cuatro de cada cinco altos directivos de TI expresan su firme aspiración a ser los vanguardistas de la sostenibilidad dentro de sus organizaciones, lo que subraya el cambio de actitud en el panorama del liderazgo en TI.
Presentación del Director Técnico Sostenible
La esencia de un director de tecnología sostenible reside en hacer que las operaciones informáticas sean respetuosas con el medio ambiente y aprovechar la tecnología para dirigir la organización hacia la sostenibilidad.
En medio de las crecientes presiones para lograr objetivos de tecnología cero y las complejidades introducidas por tecnologías de alta computación como la IA, los directores de tecnología reconocen su papel fundamental en el impulso de la sostenibilidad, y el 83% aspira a convertirse en directores de tecnología sostenibles.
Sin embargo, el camino por recorrer está plagado de retos que requieren una estrategia polifacética. Para equilibrar las crecientes demandas de procesamiento y reducir las emisiones, los directores de tecnología deben obtener un mayor apoyo empresarial para alinear los objetivos tecnológicos y de sostenibilidad.
Los pasos clave hacia una transformación «tecno-positiva» incluyen la creación de competencias centradas en la sostenibilidad, la obtención del apoyo de la organización en general y el fomento de la innovación en software y soluciones.
Aproximadamente la mitad de los altos directivos de TI consideran que la formación en sostenibilidad es crucial para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas, y subrayan la necesidad de formación dentro de TI y en todas las funciones organizativas. La utilización eficiente de los datos y la optimización de la infraestructura tecnológica existente son otros factores importantes.
Más del 50% de los altos directivos de TI subrayan la importancia de optimizar la tecnología existente para el éxito del net-zero.
Además, la implantación de servicios en la nube con acreditación ecológica y las prácticas de economía circular se identifican como medidas críticas.
Aprovechando los datos, los directores de tecnología pueden tomar decisiones informadas sobre dónde concentrar los recursos para un crecimiento sostenible, cumpliendo así su papel evolutivo de estrategas de la tecnología y la sostenibilidad.
El camino hacia la tecnología positiva
Añadiendo un nivel táctico a estos objetivos aspiracionales, la encuesta esboza soluciones prácticas, como la migración a nubes 100% ecológicas.
Intel también está intentando marcar el camino mediante la creación de una nueva Junta Asesora de Directores Tecnológicos Sostenibles, que reúne a líderes de empresas destacadas como Cisco, IBM y Shell. La junta se reúne periódicamente para resolver problemas de forma colectiva, con el fin de abordar los retos y las oportunidades en el camino hacia la sostenibilidad.
El panorama de la sostenibilidad corporativa es innegablemente complejo, con impedimentos y oportunidades. Sin embargo, el nuevo papel de los CTO como precursores potenciales de la sostenibilidad señala un cambio transformador, ofreciendo un enfoque multidimensional para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas.
Mediante la innovación tecnológica y un nuevo enfoque de las prácticas sostenibles, los CTO están en una posición única para desempeñar un papel fundamental en la configuración del futuro de sus organizaciones y del planeta.
Motti Finkelstein, Vicepresidente Corporativo y Responsable de Transformación Digital de Intel, compartió conmigo el concepto de «tecnología positiva». Explicó que la tecnología debe aspirar a cero emisiones netas y ser una fuerza para el cambio positivo general.
Según Finkelstein, el objetivo es impulsar el crecimiento empresarial y también acelerar la innovación. Subrayó que ninguna industria quiere quedarse estancada, sino que todas aspiran a un futuro mejor y más innovador, con mayores capacidades y oportunidades de negocio.
La tecnología cero es el primer paso. Tech Positive se convierte en el paso dos con la comprensión del negocio y la consecución de todos los nuevos objetivos con un Tech Positive.
A medida que nos adentramos en una era marcada por cambios tecnológicos sin precedentes y fragilidad ecológica, el papel del Director de Tecnología (CTO) se encuentra en una intersección crucial.
El Director de Tecnología ya no es sólo el administrador de la infraestructura informática, sino que se encuentra en una posición única para ser el eje de la consecución de los objetivos de una organización.
No se trata simplemente de «volverse ecológico» en un sentido convencional, sino de un cambio transformador hacia un futuro «tecnopositivo», un estado en el que el impacto medioambiental positivo de la tecnología supere al negativo.
Lo esencial
Las empresas han llegado a un consenso: la innovación y la sostenibilidad no se excluyen mutuamente, sino que son, de hecho, motores simbióticos del crecimiento. Alcanzar objetivos netos cero al tiempo que se impulsa el negocio no es sólo un objetivo visionario; es un imperativo operativo.
Con un pie tanto en el ámbito tecnológico como en el estratégico, el director de tecnología es el líder natural para navegar por este complejo terreno.
Sin embargo, no es un viaje que puedan emprender solos. Los directores de tecnología se enfrentan a lagunas de conocimiento en tecnologías verdes, a la necesidad de inversiones financieras sustanciales y al reto permanente de fomentar la innovación con recursos limitados.
Aquí es donde la alta dirección, los miembros del consejo de administración y los socios externos deben intervenir para proporcionar el apoyo y los recursos necesarios. En este entorno de colaboración, el director de tecnología puede aprovechar avances como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT) para reducir la huella de carbono de la organización e impulsar un cambio medioambiental positivo.
El camino hacia un futuro sostenible y con emisiones netas cero está plagado de complejidades y retos que trascienden las funciones y responsabilidades empresariales tradicionales. El director de tecnología se está convirtiendo en el eje de este viaje, orquestando la armonización de las estrategias tecnológicas y de sostenibilidad.
Ha llegado el momento de reconocer al director de tecnología como líder tecnológico y defensor de la sostenibilidad, capaz de guiar a las organizaciones hacia un futuro en el que la tecnología sea la clave de la resistencia ecológica y la viabilidad empresarial a largo plazo.