John trabaja como bloguero tecnológico en una empresa de tecnologías de la información y, como parte de su trabajo, debe escribir sobre conceptos técnicos como SQL, API y endpoints.
Con una formación en Artes y Humanidades, es toda una misión ponerse rápidamente al día en el mundo – ¿cómo puede escribir blogs sobre temas OAuth 2.0 cuando no sabe lo que es OAuth?
Así que rápidamente necesita a alguien que le explique OAuth de una manera que un novato pueda entender.
Entra ChatGPT. John escribe “Explícale OAuth 2.0 a un tonto”, y la sencilla explicación sigue. ChatGPT al rescate. John incluso dice “Gracias”.
El caso de John es uno de los muchos en los que los trabajadores están adoptando la IA en la oficina.
Y es que, aunque existe el temor y la ansiedad de que la inteligencia artificial (IA) sustituya a los trabajadores humanos, existe la perspectiva de que la IA, especialmente la IA generativa (es decir, la IA que puede crear contenido) ha sido un aliado que puede liberar el potencial humano y permitir una mayor productividad.
Una encuesta realizada en EE.UU. y el Reino Unido por SnapLogic reveló que el 81% de los encuestados creía que la IA había mejorado su rendimiento, y los trabajadores pedían más IA en el lugar de trabajo.
Los principales trabajadores señalados tuvieron una productividad más rápida, la mejora de la toma de decisiones y la aceleración del “tiempo para obtener información”, gracias a herramientas como ChatGPT y Midjourney.
Detrás de la creciente adopción de la IA
Se ha producido un gran cambio de mentalidad, pasando de ver la IA como una amenaza a un aliado por parte de los empleados. ¿Qué hay detrás de este cambio?
Por supuesto, el escepticismo y la cautela siguen prevaleciendo, pero ya no son los únicos pensamientos que evoca la IA.
El caso hipotético de nuestro amigo John demuestra cómo la IA generativa puede proporcionar conocimientos de forma personalizada que se adapten a la comprensión de diferentes individuos: ChatGPT puede explicar un concepto complejo tanto a un niño de 10 años como a un ingeniero informático de forma que se adapte a sus niveles de comprensión y formación.
Internet, con toda su riqueza informativa, no es tan buena para encontrar información o conocimientos a medida de las personas, al menos no tan rápido o a medida como la IA.
Desde importar, analizar, procesar y mostrar datos, hasta generar cuadros de mando e informes fáciles de entender y presentar, se trata de una actualización con pocos requisitos por parte del trabajador.
Así lo reconoce un documento de trabajo de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), según el cual la IA puede mejorar la productividad de los trabajadores, especialmente en el sector de la atención al cliente, en un 14%.
Riesgos y mitigación
Beneficios aparte, la creciente adopción de la IA plantea a las organizaciones algunas cuestiones sobre las que reflexionar: los riesgos y los inconvenientes.
La adopción y el uso desenfrenados podrían dar lugar a la divulgación intencionada o no de datos confidenciales, como cuando Samsung prohibió la IA Generativa tras descubrir que se estaba pegando su código de software propietario en ChatGPT.
Hasta ahora, las organizaciones, especialmente las del sector financiero, han respondido a los peligros prohibiendo la IA generativa, mientras que algunas organizaciones como Apple han intentado crear sus propias herramientas de IA generativa. Amazon también anima a sus empleados a utilizar Code Whisperer, su herramienta propia de IA, como parte de su trabajo.
Conclusión
A pesar de los riesgos, las organizaciones no pueden permitirse dar la espalda a la IA. El futuro está llegando a toda velocidad.
Al mismo tiempo, las empresas deben actuar con cautela: las reacciones precipitadas no ayudarán a largo plazo.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Hasta entonces, las organizaciones tendrán que seguir buscando soluciones que optimicen su negocio sin dejar al descubierto agujeros en sus defensas.