Cómo Jugar y las Reglas del Poker

Otra de las acciones posibles en este momento de la partida es la de Bajar. Esto quiere decir que igualas la apuesta inicial, con el objetivo de permanecer en la mano.

Esto se puede hacer porque tienes una mano que piensas que podría ser la ganadora, o porque estás pensando en marcarte un farol aunque tus cartas no son tan buenas.

Subir implica igual la apuesta inicial: no solo te permite permanecer en la mano, sino que también incrementa la apuesta inicial para ejercer presión sobre el resto de oponentes.

Otra de las ventajas de decidirte por la opción de “Sube” es dar forma a una apuesta más grande.

Apostar implica hacer la acción con una apuesta después de que se hayan mostrado las cartas comunes. Ese jugador será el “agresor” (que es el último jugador que apostó o que jugó), lo que significa que el resto de jugadores tendrá que decidir si iguala, sube o se retira.

Puede ser una buena estrategia para hacerse con el control del bote, lanzar una mano fuerte o apostar si tienes una buena mano.

Al pagar se iguala la apuesta de otro jugador. Si un jugador ha apostado en el flop y otro paga, esto quiere decir que están dispuestos a seguir adelante para ver que pasa en las siguientes etapas del juego.

Es una interesante estrategia para seguir en la mano y evaluar la fuerza de tus jugada frente a la de los otros jugadores.

Si un jugador está “se tira en el flop” quiere decir que retira su mano y descarta las cartas.

Esto ocurrirá si el jugador considera que no tiene una mano fuerte y no quiere apostar más fichas, o si considera que las probabilidades de mejorar la mano con las próximas cartas comunes son bajas en relación al bote que está presente.

Esta estrategia permite minimizar las pérdidas y conservar más fichas.

Además, también se puede subir que quiere decir que se incrementa la apuesta inicial que haya iniciado otro jugador.

Por ejemplo, en el caso de un jugador haya apostado 10 fichas, el usuario podría subir la apuesta a 20 fichas (incrementando la acción en 10 fichas).

En el caso de que ningún jugador haya apostado en esta ronda, el usuarios actual lo podrá hacer e iniciar la acción.

Puede ser una buena estrategia para representar la fuerza de la mano y hacer presión sobre el resto de oponentes (sobre todo, si la carta común nueva te favorece).

En el caso de que un jugador pague en su turno, el resto de jugadores tienen la obligación de igualar la apuesta.

Con esta acción se demuestra el interés en seguir participando y evaluar la fuerza de la mano en base a la acción del resto de los jugadores.

La misma acción que en el Flop, aunque las repercusiones son diferentes. Los jugadores tienen la opción de subir si otro jugador ha hecho una apuesta previa.

Además de agregar presión a la partida, contribuye a crear un bote más grande.

Y si un jugador no lo vé claro, lo mejor que puede hacer es tirarse y retirarse de la partida.

Es una estrategia defensiva para reducir las pérdidas y conservar las fichas de cara a manos futuras.