Hoy en día, la economía española se ve fortalecida por un mercado diverso y de amplia demanda en múltiples campos, siendo uno de ellos la industria del entretenimiento, la cual abarca desde plataformas de contenidos, hasta servicios de juegos de azar y apuestas deportivas. Este es uno de los sectores que más crece en el país, especialmente en el segmento de iGaming, con oportunidades de ocio tanto en establecimientos físicos como online. Acá te contaremos algunas de las razones de ello.
El mercado del juego en España: Una industria bien regulada
Una de las principales razones para que la industria del juego en España sea una de las más prolíficas y fuertes es su excelente regulación. Tanto es así que España cuenta con un marco regulatorio bien definido por la Ley 13/11. Dicha Ley, además de establecer directrices claras para la explotación de las actividades vinculadas al juego y las apuestas deportivas, también garantiza la protección de los jugadores y demás personas vulnerables.
De acuerdo con lo mencionado en dicha ley, en la actualidad, los operadores que busquen operar en el país deben contar con las licencias otorgadas por la Dirección General de la Ordenación del Juego (DGOJ). Con las licencias, se crea una estructura justa y transparente, que controle la competencia.
Todo ello ha conllevado a que la industria revelara un crecimiento anual superior al 10% en el 2024, con ingresos brutos cercanos a los 1.080 millones de euros. Lo anterior no solo refleja un aumento en la cantidad de jugadores, sino también en campañas de marketing, patrocinios deportivos e implementación de herramientas de juego responsable.
El porqué del crecimiento progresivo de la industria
Ahora bien, es importante mencionar que, como mencionamos anteriormente, el sector de juego online en España no solo crece por la llegada de nuevos jugadores, sino que, además, es impulsado por la misma comunidad gracias a que:
De acuerdo con las estadísticas publicadas en la INE en 2023, el sector brinda oportunidades de empleo a más de 80.000 personas, con ofertas en sectores como atención al cliente y dearrollo de softwares especializados. Esta cifra podría ascender a los 150.000 empelos indirectos en sectores relacionados.
Además, según lo mencionado por la Confederación Española de Organizaciones del Juego, la industria mueve más de 9.000 millones de euros que, al mezclarse con los ingresos de operadores internacionales, refuerzan el PBI y aumentan las oportunidades de negocio.
Por otro lado, el sector del juego se alía con el del turismo en España, uno de sus motores económicos más relevantes, ya que ofrece a los turistas disntintas opciones de entretenimiento, como aquellas parte de servicios exclusivos en hoteles de lujo que mantienen acuerdos con casinos u organizadores de torneos de póker.
Asimismo, vale decir que gran parte del volumen financiero del turisto está directamente vinculado al juego, especialmente en lo que se refiere a los viajes nacionales e internacionales para la participación en eventos de póker.
Por último, pero no menos importante, hay que mencionar que el crecimiento del sector del juego en el país. Esto debido, en primer lugar, al aumento en los patrocinios de las casas de apuestas con grandes clubs deportivos y campañas de marketing. Todo ello incrementa la visibilidad del segmento y favorece la inclusión de elementos innovadores.
Además, la ampliación de la industria se ha visto altamente beneficiada con la inclusión de tecnologías avanzadas de pago —como los monederos digitales y las criptomonedas—, así como aquellas implicadas en la seguridad de datos, inteligencia artificial y desarrollo de plataformas adaptativas. Debido a esto se fomenta el crecimiento de startups especializadas en la industria, marketing de afiliación y diferentes soluciones de pago.
Sin duda, el constante avance de la industria del juego en España es un gran referente de la importancia del buen entretenimiento en el territorio y de su impulso a través de herramientas innovadoras que fortalezcan la experiencia de usuario. Con ello, se ofrecen las mejores oportunidades para exportar nuevos servicios que aumenten la competitividad del mercado a nivel internacional.